Las gafas reflejan el carácter de quien las lleva

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La elección de unas gafas no depende únicamente de criterios formales, también es cuestión de personalidad
Las gafas no solo nos ayudan a ver mejor, sino que son un accesorio de moda. Permiten expresar nuestra personalidad y enfatizan nuestro estilo. Pero ¿qué rasgos de personalidad pueden reflejar unas gafas? Hemos querido ahondar en esta cuestión porque es un aspecto muy importante tanto para los ópticos optometristas como para los clientes a la hora de encontrar las gafas perfectas.
La forma de la cara juega un papel esencial a la hora de elegir la montura adecuada, pero deben tenerse en cuenta otros factores. Cualquier óptico con experiencia reconocerá enseguida qué clase de montura es la más indicada para la personalidad de su paciente y la forma de su cara. Los ópticos optometristas saben que existen básicamente dos clases de personas: por un lado, quienes «no quieren gafas», que deben usar monturas que se ajusten de la manera más armoniosa posible a su cara y que además pasen desapercibidas; y por otro lado, los usuarios de lentes que se inclinan más hacia lo moderno y que consideran las gafas como un accesorio. Pero ¿solamente hay dos «categorías»? Hemos investigado esta cuestión y hemos encontrado algunos resultados muy interesantes. Básicamente, podemos distinguir tres grupos de usuarios de lentes.

Usuarios con un estilo moderno
-La estrella
La moda es genial porque nos permite expresar nuestro estilo. La gente que pertenece a esta categoría suele tener más de un par de gafas. Para ellos, no existe nada demasiado extravagante ni moderno. Siempre llevan el último modelo de gafas, a ser posible con lentes graduadas tintadas: todas las combinaciones son posibles, siempre y cuando sean de su gusto y vayan acorde con su estado de ánimo o la ropa que lleven puesta. La gente creativa y extrovertida considera que las gafas son un adorno y un complemento para su look personal. Los ópticos optometristas solo tienen que poner el modelo más original encima de la mesa: estos intelectuales con estilo propio no tendrán problema para elegir; al fin y al cabo, son expertos en moda.

-El fan de las marcas
Estas personas valoran las marcas y sus diseños; de hecho, siguen esta misma pauta con la ropa. Su criterio para elegir gafas se basa ante todo en las marcas: solo las monturas de los diseñadores más importantes del mundo tienen el honor de adornar sus caras. Por supuesto, las gafas también deben ir en consonancia con su estilo, puesto que el conjunto debe ser perfecto. Los fans de las gafas de diseñadores también buscan unas buenas lentes graduadas. Son conscientes de que la calidad tiene un precio, pero saben que este precio está justificado.

-El perfecto impostor
Las monturas también pueden ser un accesorio de moda para los que no necesitan corrección visual. Hoy en día, las tiendas de moda venden gafas sin función correctora, que sirven como accesorios para la cara. Las gafas de empollón, las de tamaño XXL de los años 70 o incluso las de estilo John Lennon son un ejercicio de afirmación para los fanáticos de la moda que no necesitan ayuda visual pero que quieren completar su estilo con este accesorio. Hacen falta conocimientos para elegir las lentes graduadas adecuadas, aunque las monturas más grandes solo quedan bien con lentes de plástico. Además, son mucho más cómodas. Los ópticos optometristas también son buenos consejeros cuando hay que elegir el color de las lentes.
Usuarios prácticos
-El que busca una solución
Antes de nada, esta clase de persona debe acostumbrarse a usar gafas. Según las pruebas de visión, necesita ayuda visual y esto es lo único que espera de sus gafas. Quienes pertenecen a esta categoría solo quieren una cosa: volver a ver bien de nuevo. Por eso, quieren que el óptico optometrista les indique qué montura y lente son las más adecuadas para su tipología y problema de visión. Para los usuarios usuarios de lentes que nunca han usado gafas, suelen ser recomendables las monturas y lentes más ligeras que sean fáciles de limpiar. De este modo, se acostumbrarán enseguida a ellas.

-El tipo reservado
«Necesito gafas para ver, pero no quiero que las vea todo el mundo». Este parece ser el lema de estas personas: quieren que su ayuda visual sea lo más fina posible para que apenas se note. Los casos más extremos dentro de este grupo no aceptarán otra cosa que no sean gafas sin montura. Las lentes graduadas altamente refractivas pueden compensar la cantidad de dioptrías, dado que son más finas que las normales de la misma graduación. De este modo, por muy agudo que sea el caso de ametropía, sus gafas no tienen por qué ser el clásico «culo de vaso». Las personas más discretas dentro de este grupo suelen ser fieles a sus gafas durante muchos años, hasta que un día las cambian por otras que se parecen notablemente a las anteriores.

-El entendido
«Solo quiero lo mejor para mis ojos». Esta es la prioridad de estos usuarios cuando van al óptico optometrista, dado que entienden la importancia de una corrección óptima para la agudeza visual. Conocen la terminología del ramo, tales como lentes bifocales, lentes progresivas y tratamientos antirreflejantes. Cuando eligen sus lentes graduadas, estos clientes buscan la mejor calidad y no se interesan tanto por el precio sino en cómo van a responder ante sus necesidades específicas. Las monturas deben cumplir sus criterios de calidad y ser atemporales y funcionales.
Usuarios activos
El coleccionista
Esta clase de usuario considera que las gafas son un objeto precioso del que presumir con orgullo. Coleccionan gafas con gran pasión y cambiarían de modelo todos los días si pudieran. A estos fanáticos no les importa demasiado que sus gafas conjunten exactamente con su look en cada ocasión.

Les interesa más tener un estilo personal antes que seguir la última moda. Tampoco desechan sus gafas a la primera de cambio porque están verdaderamente enamorados de ellas. Ya sean monturas de carey, metal o multicolor, todos los estilos tienen cabida. Es muy probable que estos usuarios ya tengan una «colección básica» de modelos clásicos, así que los ópticos optometristas pueden mostrarles sin reparo las últimas novedades de las colecciones. A esta clase de usuario suelen interesarle los tintes que conjunten con la montura, o incluso las lentes curvadas del estilo ZEISS Single Vision Sport.

-El tipo versátil
Algo que valga para todo: esta gente quiere estar preparada en todo momento. Por eso, necesitan unas gafas en las que puedan confiar siempre. La montura debe ser atractiva, pero no llamativa; ligera, pero sólida; y, por supuesto, debe quedarles bien. No les suelen interesar los pequeños detalles estéticos. Las lentes graduadas deben poder con todo. Es decir, a este tipo de usuario le gusta que le hablen de lentes bifocales y fotosensibles porque así no tendrá que cambiar de gafas para nada, independientemente de si está mirando algo de cerca o de lejos, o de si hace sol o está nublado. Las personas deportistas suelen acompañar sus gafas con patillas deportivas resistentes. ¿Cuál es la conclusión? La ayuda visual se adapta a la vida activa de este tipo de persona.

-El héroe cotidiano
Esta gente irradia energía y vitalidad. No paran un instante y pierden mucho tiempo buscando sus gafas. Hablamos de gafas literalmente en plural porque esta gente necesita un modelo para leer y otro para ver de lejos. Sin embargo, dos pares de gafas no son suficientes para estos encantadores terremotos: necesitan unas gafas para la cocina, otras para maquillarse en el baño, otras para ver la tele en el salón y otras para leer en la cama. También necesitan ver bien en la oficina y cuando van en coche. O bien tienen un par de gafas en cada rincón, o bien llevan los dos modelos básicos colgados del cuello con una cadenita para no perderlos. Para las personas más movidas, son imprescindibles las monturas y lentes «resistentes», puesto que sus gafas pueden acabar enterradas debajo de un montón de carpetas, pueden caerse de la mesa o dentro del coche de vez en cuando.